En el año 1999 DC Comics decidió publicar un especial Gigante de 80 Páginas llamado "ElseWorlds" dedicado a las historias de los superhéroes que jamás se produjeron es decir de esas historias como los hijos de Super y el Murciélago, los matrimonios de Súperman que resultaban ser solo un sueño o la muerte de algún héroe que solo ocurrió en mundos paralelos, estas "historias imaginarias" fueron encargadas al editor Dan Raspler que convocó a artistas como Kyle Baker, Chuck Dixon, Aaron Lopestri, Tom Peyer, Trevor von Eden, Mark Waid, Ty Templeton y al escritor Bob Haney.
Elseworld, u otro mundo, es la versión paralela del universo DC, lo cual quiere decir que no afecta la continuidad del universo. Este pequeño gran detalle da muchísima libertad, los personajes pueden morir, pueden cambiar muchas cosas drásticamente. El enfoque de Marvel, son los What If?, que pasaria si?, donde a partir de un hecho que sucede de otra manera, se desencadena una serie de eventos totalmente distintos que alteran completamente el universo.
Pero ya lo dijo Alan Moore al escribir el famoso elseworld, sobre Superman, ¿Qué le paso al hombre del mañana?. "Esta es una historia imaginaria... pero no lo son todas acaso?"
Volvamos a las historias de este particular "Elseworlds", entre todas las historias la de "LETITIA LERNER, LA BABYSITTER DE SUPERMAN!" dibujada por Kyle Baker mostraba que pasaba con una supuesta niñera de un niño con superpoderes (que recuerda terriblemente al corto de Pixar que acompaño a la película de "Los Invencibles" donde una niñera se encarga de cuidar al menor de la familia) el asunto fue que el editor de DC comics Paul Levitz se lo pensó mejor sobre todo con escenas como las que mostramos debajo con un super bebe a punto de morder un cable eléctrico o entrando a un horno micro-ondas así que decidió parar la impresión y destruir lo ya impreso para su mala suerte y buena suerte nuestra, 1500 ejemplares salieron del país a Inglaterra antes de que se pudieran confiscar así esta maravillosa y rara historia de la superniñera y aunque ya habíamos hablado del asunto, esta divertida historia bien vale una repetición.
fuente:
Grantbridge Street & other misadventures
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